miércoles, junio 30, 2010

Lucas Metrosexual

Yo podría ser metrosexual.
Lo he estado pensando mucho tiempo las últimas semanas y he llegado a la conclusión de que sí, en efecto, podría calificar para ser parte de esa categoría.
Tras el análisis, ya detecté las puntos flacos que podrían hacer que mi solicitud fuera rechazada por David Beckham y Cristiano Ronaldo, a saber, miembros fundadores y presidentes honorarios del Club de Metrosexuales Unidos.

Uno.- Cuidado facial.
TEORÍA
Ya empecé. Fui a una tienda de cremas y pregunté, amablemente y con la actitud menos gay que me fue posible, qué tipo de producto necesito para lograr que mi cara no parezca guante de beisbol en los próximos 10 años.
Por supuesto la vendedora mostró una amplia gama de cremas, lociones y jabones que podían servir al propósito. Me convenció de uno en especial y al momento de pedirlo...
Lucas: Ok, me llevo este.
Vendedora Redneck de LA: Buena elección, es uno de los productos más pedidos.
Lucas: Perfecto, espero que me ayude.
Vendedora: Claro que sí! El problema es que lo tenemos agotado.
WTF?!?!
Gastó 20 minutos de su vida ofreciéndome detalles de por qué me convenía una crema que no tiene. Triste pero cierto.
Al final, me dio la segunda opción, igualmente efectiva y hasta mejor, según ella. (En este momento es cuando me pregunto por qué, si era mejor, no la ofreció en primer lugar)
PRÁCTICA
Llevo unos días usando un jabón que abre los poros y los purifica. Una loción que cierra los poros y una crema que humecta pero evita la sensación de cutis grasoso.

Dos.- Gimnasio
TEORÍA
Es un must de cualquier metrosexual que se precie de serlo. Si no, explíquenme porque Ronaldo presume su abdomen a la menor provocación, por qué Beckham logró ser modelo de Calvin Klein o por qué Gael García... ah no, el Charolastra no entra en la categoría.
Bueno, ya estoy inscrito en el gimnasio pero este ha sido uno de los puntos que temo sea causal de mi rechazo al club. Los primeros días muchos me dijeron que se me haría adicción, que las pesas y aquella canción de "músculo, músculo puro músculo, es lo que quiero ser" sería como un himno de batalla. Lo cierto es que no he podido superar esa pereza de levantarme temprano, sacudirme las sábanas e irme al gimnasio.
PRÁCTICA
He ido, tan frecuentemente como me ha sido posible. La panza, en la que he almacenado litros de cerveza, whiskey, ron y demás fritangas, se mantiene. Se niega a abandonarme pero ya encontré la solución. Le escribí a C. Ronaldo para que me pase su rutina así que agárrense porque en un par de meses presumiré mis abdominales a la menor provocación. Eso, y mis tenis sidestep (¿así se llaman?) me darán una figura envidiable.

Tres.- Look
TEORÍA
He comprado revistas, he visto y tomado nota de los detalles que vienen para la nueva temporada. Los colores claros, pantalones ligeros y zapatos de piel se impondrán.
PRÁCTICA
Es, por difícil que parezca, el punto más sensible. Creo que tengo apenas un par de camisas, ninguna de vestir. ¿Zapatos? Sólo los uso para bodas. Así que, en vista de las dificultades, he decidido que será mejor abrir brecha en el mundo de los metrosexuales. Inauguraré, es más lo hago de una vez.
Declaro inaugurada una vertiente que permite a los metrosexuales usar playeras inspiradas en personajes de comics o videojuegos, jeans (tanto como se pueda), tenis y lucir despeinados constantemente. He dicho.

Esos apenas los puntos que me preocupan, del resto no me apuro, los tengo ganados.




martes, abril 13, 2010

Poco que contar

Ya empezó la psicosis por el álbum del Mundial.
En Twitter ya se hacen pactos de intercambio de estampas y en la redacción comienzan las intrigas por conocer quién lo logrará llenar primero.
Yo no me mantuve ajeno, compré el mío y un buen número de sobrecitos pero, por alguna extraña razón, en esta ocasión no tengo tanto furor como para pasar dos horas pegando laminitas. De cualquier modo aspiro a completarlo antes de que la Selección enfrente a Sudáfrica en el primer partido del campeonato.
Por lo demás han sido un par de meses bastante moviditos. Muchos viajes, mucho trabajo, mucha fiesta y mucha diversión, aunado a una persona que me ha traido en la luna desde hace tiempo y que me ha hecho divertirme como hacía mucho tiempo no sucedía.
El resto, por si a alguien le interesa, sigue más o menos igual; es decir, los Pumas siguen causando más angustias que alegrías, el Real Madrid aún no entiende que con base en billetazos no logrará frenar al Barcelona; los papás de Mara siguen siendo primos y la gente a la que odio, que no son pocos, siguen siendo odiados.

jueves, enero 28, 2010

Un paso más

Cruz Azul recibía a Pumas en el Estadio Azteca para los Cuartos de Final, creo que fue en 1995.
No recuerdo los detalles pero sí que Pumas estaba a punto de avanzar a Semifinal cuando les marcaron un penalti en contra en los últimos minutos.
Para cobrarlo se perfiló Julio Zamora, para atajar lo hizo Jorge Campos.
La tensión era evidente mientras aguardábamos el desenlace.
Zamora disparó y Campos detuvo el tiro.... todo fue gritos de felicidad y saltos de alegría hasta que Guadalupe Cruz, el lateral de la Máquina, tomó el contraremate y tocó el balón que se coló entre las piernas del Brody para el gol cementero y la eliminación de los Pumas.
Ahora mismo lo recuerdo porque creo que fue el primer partido que vimos juntos.
A partir de ese momento sería imposible nombrar el número de veces que fuimos al estadio a entonar el himno, a gritar un Goya y a beber cualquier cantidad de litros de cerveza.
Eso fue apenas un vistazo de lo que acostumbrábamos hacer cuando estábamos juntos, eso y los chistes que muchas veces sólo tú y yo entendíamos, las burlas que no perdonaron a nadie, ni a nosotros mismos o las peleas, intensas, que sosteníamos de manera casi tan frecuente como las bromas.
También recuerdo los momentos en que estuviste ahí para levantarme, para decirme algo que me sacara de un letargo que duró muchos meses o para pedir que fuera yo quien te orientara en algunas de tus decisiones.
Chale... esto ya parece otro de sus post nostálgicos que juré ya nunca más iba a escribir pero no, aunque sí estoy triste, ahora es por una buena razón.
Pocas personas se dieron cuenta o pocos fueron quienes me comentaron que sabían que me iba a afectar la despedida, que no iba a ser fácil decir adiós a quien fue mi cómplice en casi todas mis locuras.
Lo vi hace rato, cuando nos despedimos, fieles a la costumbre, nos dijimos adiós como si nos fuéramos a encontrar ahora que regrese de viaje pero la realidad es que no será así.
Cuando vuelva a casa ya no estarás porque estarás llegando a una gran aventura que tienes por delante y en la que sé que vas a triunfar porque no hay nada que lo impida.
Aunque se lea como nostalgia, sólo trato de dejar manifiesto todo el apoyo que tienes en mí y que, como nuestra relación, sólo tú y yo podemos entender.


jueves, enero 07, 2010

¡Pulgares opuestos!


Se supone, según la teoría de la evolución, que los pulgares opuestos son la mejor evidencia del desarrollo que ha tenido el hombre... eso dicen.

Yo tengo graves dudas cuando esos pulgares opuestos, que nos diferencian del resto de los primate, se convierten en un estorbo para usar correctamente un Blackberry.

Sí, sucumbí a la tentación y me hice de uno de esos que algunos llaman 'smartphones' (aún estoy tratando de entender por qué les dicen inteligentes).

No debí hacerlo.... el proceso de compra fue la clave que pasé por alto y que espero no se convierta en una maldición que me persiga los próximos 24 meses que esté atado a Isuacell con un contrato que me costaría mi alma y mi fortuna en caso de siquiera pretender cancelarlo.

Lucas se apersonó (este año mi propósito será usar palabras que muchos de ustedes ni yo entendamos) en la tienda en donde una vendedora, de escote generoso, y toooooooonta como ella sola me ofreció el teléfono.

Media hora, me dijo. En máximo 30 minutos te lo damos activado y con un súper precio.

Ok, ahí caí. El gancho fue evidente. Era algo rápido, de buen precio y vendido por un bonito par de boobies. ¿Quién diría que no?

El proceso, que comenzó alrededor de las 16:00, se extendió hasta casi las 21:00 horas. En cada amague (nótese que cumplo mi propósito de Año Nuevo) de irme, Susanita, nombre de la vendedora, se inclinaba sobre su escritorio con una táctica deplorable y de baja calaña que me dejaba ver y dejaba entrever su intención.

La mujer resultó la peor vendedora en la historia. Tuve que dibujarle un croquis con mi dirección, rellenar los formularios al menos cuatro veces y esperar que lo lograra.

Pero en cada soplido de frustración aparecía su escote como carnada imposible de ignorar.

Al final lo tuve y comenzó lo peor: aprender a usarlo.

Recurrí a Giuseppina, gurú de las últimas tecnologías y casi asesora personal de James Cameron para la filmación de Avatar, para que orientara. Lo logró aunque, como podía esperar, las festividades navideñas dieron al traste sus enseñanzas.


"Ojalá que 2010 signifique un mejor ano para ti"

No, no, no.... otra cosa.


"Que el siguiente ano sea mejor"

Aún se podía prestar a confusiones


"Quiero un ano como el tuyo"

Capaz de herir susceptibilidades


"Por un ano lleno de alegría"

No faltará el malpensado



"Anio, 365 días, 12 meses... los sinónimos se agolpaban en mi cabezota congelada por estar en el Ángel de la Independencia esperando que las reumas dejaran a Emmanuel cantar y ¿bailar?.


Ni modo, así se fueron los primeros mensajes de mi BB, hasta hoy, que en un rato de ociosidad encontré que sí existe la Ñ.

Bendita Ñ, siempre vilipendiada (ahora hasta yo me apantallé) y rebajada por el resto de las letras del abecedario que se las dan de muy muy.

¡Nunca más!

miércoles, diciembre 30, 2009

2009

A ver. Fui a 35 conciertos en el año, conocí Washington, fui dos veces a Londres y varias más a Los Ángeles y Nueva York. Se nos murió Michael Jackson y regresó Metallica a México (dicen que también vino Radiohead).
Me rompí de nueva cuenta el pie y anduve fracturado una semana sin el yeso correspondiente y luego acabé en una sala de urgencias víctima de espasmos esofágicos que yo traduzco en algo como una cruda de esas que hacen que te den ganas de prometer que nunca más tomarás.
Así, al vuelo, es lo que ha marcado este año que termina.
Lo demás sigue más o menos igual, cada día creo que tengo más y mejores amigos, lo cual agradezco enormemente y cada día, de igual forma, elimino elementos que nada tienen que hacer en mi vida.
¿Qué sigue para 2010? Ni yo mismo lo sé, tengo muchos planes en la cabeza y muchos proyectos en puerta que auguran cambios drásticos en el estilo al que me he acostumbrado.
Lo cierto es que quiero que siga la conga.
Sólo porque me tomé la molestia de enlistarlos, ahí van los conciertos que vi.
Damian Rice
Elton John
Alanis Morrisette
Carlos Santana
McFly
Cadillacs
Gustavo Lara
The Horrors
Metallica
Filippa Giordano y Guadalupe Pineda
Vive Latino
Ángel de la Independencia
Nelly Furtado
The Veronicas
Gloria Trevi
Hello Seahorse!
Natalia Lafourcade (Corregidoras)
Cecilia Toussaint (Corregidoras)
Ely Guerra (Corregidoras)
Rubén Blades
Marco Antonio Solís
Zoé y Babasónicos
DLD
Depeche Mode
Moby
The Dead Weather
Mónica Naranjo
Paty Manterola
DLD
Akon
The Killers
AC/DC
Aleks Syntek
Hello Seahorse!
Festival Goliath

Nada mal, ¿cierto?

jueves, diciembre 10, 2009

Londres

Visitar mi ciudad favorita dos veces en un año debe ser señal de buena suerte. Aún más porque la primera fue al comienzo del año y ahora regreso para cerrar con broche de oro un 2009 bastante intenso y movidito en todos los sentidos.
Ahora, a unas horas de abordar de nueva cuenta el avión que me llevará a la capital inglesa, no dejo de pensar en todo lo que relaciono con ese sitio.
Desde lo básico: cerveza y fútbol hasta lo más complejo que aún ahora me tiene por horas despierto en la cama pero que no les voy a contar aquí. Si me invitan un trago igual y lo podemos discutir, si no, pus no.
El chiste es que voy de retache al frío londinense, a tratar de dejar en alto el nombre de los mexicanos como buenos bebedores y también, si se la oportunidad, a trabajar un poco.
Mientras, ahí les dejo encargado el changarro.
No me tardo

martes, noviembre 17, 2009

Vamos a la playa...

En realidad ya regresé de la playa. Fui a la boda de un buen amigo, un tipo que hace ya muchos años me dio mi primera oportunidad laboral seria y al que he visto cómo su relación lo ha transformado, para bien espero.
Total que la fiesta fue en Acapulco, alguno de mis cuatro lectores ya sabrán lo que significó ese viaje desde antes de realizarlo. Al final, puede decir que salí con saldo positivo, con muchas cosas en la cabeza y en bronceado en-vi-dia-ble!
También pude tomar nota de muchas de las cosas que odio de Acapulco
Enlisto algunas:

-La señora gorda en la alberca. No es su sobrepeso el que me causa conflicto, es el hecho de que vaya por la alberca, alzando los brazos y pidiendo permiso para pasar entre quienes tienen la osadía de nadar ahí pues ella sostiene una quesadilla en una mano y una chela en la otra. Grotesco.

-Los speedos. El simple traje ya es aberrante pero permitir que alguien lo use fuera del área de la alberca o de la playa debería ser delito. Más aún, que el fulano en cuestión tenga el valor de ir así a Walmart... indescriptible.

-Los picnis playeros. Chale... No se trata de llevar provisiones a la playa... nooooooooo, la familia tiene que cargar con el pan bimbo, la mayonesa, la lata de rajas y el kilo de jamón porque sale más barato que comer en el hotel. Chale.

-La poca disposición de los científicos alrededor del mundo por crear 'algo' que detecte la orina en las albercas. ¿Soy yo? ¿Ustedes se meterían a nadar en una alberca que ha estado colonizada por 15 niños a los que nunca han visto salir del agua? La ciencia no está haciendo bien las cosas.

-El 'all inclusive' de algunos hoteles. El gancho es magnífico pero la realidad es triste. Cuando uno ve lo que se está tomando dan ganas de comprar su propia botella. En verdad, estoy seguro que el ron lo hacen ellos mismos.

-Internet. ¿Qué pasa con los hoteles mexicanos que no han entendido la necesidad de estar permanente conectado? No hay acceso, ni siquiera pagando. Para poderme conectar tengo que ir al lobby, que está a 15 min, de subida, de mi cuarto. ¿Es muy difícil sumarse a la ola tecnológica mundial?

Ya, me desahogué por ahora.