Han notado, quienes ronden los 30, cómo es que ahora las relaciones sentimentales, su status y su conclusión, ocupan cada vez más veces las pláticas.
Ya no se trata sólo de borracheras o chismosas sesiones de café en la que se destroza a la culpable de la desdicha. Ahora veo, en mí y en mis amigos, una cierta angustia por no saber qué depara cierta relación.
Quizá tenga que ver con la edad. Acostumbrados a pensar que a cierta edad uno tendría que sentar cabeza ahora vemos cómo el tiempo pasa y seguimos en las mismas pero no igual.
Peor aún, los síntomas se agudizan cuando personas más jóvenes también sufren con las relaciones laborales/sentimentales/o de amistad.
A lo que voy es que creo que conforme pasa más tiempo resulta más difícil entablar una relación, una situación que por sí misma implica mucho más esfuerzo del que imaginamos.
Retomando aquel post de Si/No/Me vale madres pongo aquí mi teoría de las relaciones, aunque no habrán de tomarla como verdad de vida si se toma en cuenta que sigo soltero. ¡Ja!
El primer punto clave es: comunicación.
Cierto, lo hemos escuchado y repetido hasta el cansancio. Debería ser fundamental pero el chiste es descubrir hasta qué punto se lleva esa comunicación.
¿Nos contamos todo o nos quedamos con algunos secretos?
¿Es realmente necesario conocer a fondo el pasado de alguien o vale más pensar en el futuro?
Hay muchas cosas que prefiero platicarlas con mis amigos y no se trata de desconfianza, es simplemente que hay temas que entre hombres se entienden mejor y se disfrutan más.
Pudiera tener a la mujer más increíblemente madura a mi lado pero seguro le caerá como patada circular de Chuck Norris que le diga que Dorismar en la edición Xtremo de H se ve impresionante y que, invariablemente, cualquier tiene fantasías al ver las fotos.
Puto el que no.
Por piedad, ver y comentar esas revistas no nos pone ni remotamente cerca de querer o tener una oportunidad con la modelo.
El ejemplo aplica perfecto para cantantes, actrices y famosas en general.
Punto número dos: Los borrachotes de tus/mis amigos
Ajá, aunque en su cabecita loca lo vean de otro modo, resígnense. El hombre en cuestión viene en paquete. Tampoco quiere decir que todo el tiempo estén presentes, aunque es muy probable que así sea, por lo que tienen que entender que hay espacios vedados para ustedes. Si voy a ver a mis amigos para tomarme una o mil chelas, a eso voy. No me voy con otra chica, no me voy a un table dance. Entiéndalo, el mejor deporte que se practica en esas reuniones es tomar hasta la inconsciencia, decir guarradas, molestarnos entre nosotros y pedorrearnos sin reparo.
Por supuesto, como habrán podido deducirlo, para llegar a este entendimiento haría falta que el primer punto haya quedado claro.
Punto número tres: las preguntas.
De verdad, en nombre del Niño Dios y que se muera un cachorrito si lo que digo no es verdad. No hagan preguntas para las que no quieren escuchar la respuesta. Peor aún, no las hagan cuando saben de antemano la respuesta y conocen la reacción que tendrán cuando confirmen sus pensamientos con la respuesta. Creo que hay cosas que es mejor no saber, aunque es cuestión de enfoques.
Punto número cuatro: la competencia.
Por difícil que parezca, los hombres podemos tener relaciones de amistad, con mujeres guapas y/o feas, sin que medie interés sexual de por medio.
Sí, suena raro y seguro muchas jurarán que me justifico de antemano pero es cierto. Pocas cosas pueden resultar más molestas que explicar el por qué de cada uno de los nombres femeninos que traemos en el celular, que tenemos en el messenger o en el facebook.
Sí, no son las únicas, hay otras mujeres, pero si estamos con alguna es por algo.
Tras este punto, que no es conclusión, tengo que asegurar que no hay una fórmula que funcione. Lo he visto con parejas por las que cualquiera apostaría y que a la larga, de la nada, se han separado. Otras más, que parecían condenadas al desastre, lograron superar los problemas y ahora son felices. Las más, viven en ese intenso juego de estar bien/estar mal, en donde los hombres volvemos a aplicar el Si/No/Me vale madres cuando las mujeres deciden fijar posturas radicales o flexibles.
Y yo.... pues sigo tratando de entener qué diablos ha fallado.
Ya no se trata sólo de borracheras o chismosas sesiones de café en la que se destroza a la culpable de la desdicha. Ahora veo, en mí y en mis amigos, una cierta angustia por no saber qué depara cierta relación.
Quizá tenga que ver con la edad. Acostumbrados a pensar que a cierta edad uno tendría que sentar cabeza ahora vemos cómo el tiempo pasa y seguimos en las mismas pero no igual.
Peor aún, los síntomas se agudizan cuando personas más jóvenes también sufren con las relaciones laborales/sentimentales/o de amistad.
A lo que voy es que creo que conforme pasa más tiempo resulta más difícil entablar una relación, una situación que por sí misma implica mucho más esfuerzo del que imaginamos.
Retomando aquel post de Si/No/Me vale madres pongo aquí mi teoría de las relaciones, aunque no habrán de tomarla como verdad de vida si se toma en cuenta que sigo soltero. ¡Ja!
El primer punto clave es: comunicación.
Cierto, lo hemos escuchado y repetido hasta el cansancio. Debería ser fundamental pero el chiste es descubrir hasta qué punto se lleva esa comunicación.
¿Nos contamos todo o nos quedamos con algunos secretos?
¿Es realmente necesario conocer a fondo el pasado de alguien o vale más pensar en el futuro?
Hay muchas cosas que prefiero platicarlas con mis amigos y no se trata de desconfianza, es simplemente que hay temas que entre hombres se entienden mejor y se disfrutan más.
Pudiera tener a la mujer más increíblemente madura a mi lado pero seguro le caerá como patada circular de Chuck Norris que le diga que Dorismar en la edición Xtremo de H se ve impresionante y que, invariablemente, cualquier tiene fantasías al ver las fotos.
Puto el que no.
Por piedad, ver y comentar esas revistas no nos pone ni remotamente cerca de querer o tener una oportunidad con la modelo.
El ejemplo aplica perfecto para cantantes, actrices y famosas en general.
Punto número dos: Los borrachotes de tus/mis amigos
Ajá, aunque en su cabecita loca lo vean de otro modo, resígnense. El hombre en cuestión viene en paquete. Tampoco quiere decir que todo el tiempo estén presentes, aunque es muy probable que así sea, por lo que tienen que entender que hay espacios vedados para ustedes. Si voy a ver a mis amigos para tomarme una o mil chelas, a eso voy. No me voy con otra chica, no me voy a un table dance. Entiéndalo, el mejor deporte que se practica en esas reuniones es tomar hasta la inconsciencia, decir guarradas, molestarnos entre nosotros y pedorrearnos sin reparo.
Por supuesto, como habrán podido deducirlo, para llegar a este entendimiento haría falta que el primer punto haya quedado claro.
Punto número tres: las preguntas.
De verdad, en nombre del Niño Dios y que se muera un cachorrito si lo que digo no es verdad. No hagan preguntas para las que no quieren escuchar la respuesta. Peor aún, no las hagan cuando saben de antemano la respuesta y conocen la reacción que tendrán cuando confirmen sus pensamientos con la respuesta. Creo que hay cosas que es mejor no saber, aunque es cuestión de enfoques.
Punto número cuatro: la competencia.
Por difícil que parezca, los hombres podemos tener relaciones de amistad, con mujeres guapas y/o feas, sin que medie interés sexual de por medio.
Sí, suena raro y seguro muchas jurarán que me justifico de antemano pero es cierto. Pocas cosas pueden resultar más molestas que explicar el por qué de cada uno de los nombres femeninos que traemos en el celular, que tenemos en el messenger o en el facebook.
Sí, no son las únicas, hay otras mujeres, pero si estamos con alguna es por algo.
Tras este punto, que no es conclusión, tengo que asegurar que no hay una fórmula que funcione. Lo he visto con parejas por las que cualquiera apostaría y que a la larga, de la nada, se han separado. Otras más, que parecían condenadas al desastre, lograron superar los problemas y ahora son felices. Las más, viven en ese intenso juego de estar bien/estar mal, en donde los hombres volvemos a aplicar el Si/No/Me vale madres cuando las mujeres deciden fijar posturas radicales o flexibles.
Y yo.... pues sigo tratando de entener qué diablos ha fallado.
5 comentarios:
En teoría todos los conceptos me quedan clarísimos... en la práctica es cuando me entran las paranoias!!!
Pero hace tanto que no tengo una relación que siento que estoy leyendo el Antiguo Testamento!
Definitivamente la comunicación y confianza son los elemntos básicos para una buena relación; no hay que olvidar que en una pareja, ambas partes requieren de su espacio y tiempo personal sin que ello implique que hay menos amor, al contrario una pareja la forman dos individuos caminado juntos y no dos convertidos en uno, por lo tanto cuando caminan juntos respetando el espacio y tempo del otro e amor crece porque se multiplica, en cambio cuando se pretende ser "uno solo" el amor se vuelve también solo uno.
Te habla la vz de la experiencia.
Amigo, te comentaré algunos puntos:
1.- Me parece que esto que estás pasando es una crisis por la edad y por tu próximo cumple, no te preocupes, con un buen festejo lo arreglamos.
2.- Las viejas ciertamente somos muy complicadas, pero también es cierto que a ustedes la s neuronas no les hacen muy bien sinapsis y
eso complica todo mucho mas.
3.- Las relaciones interpesonales de cualquier tipo siempre son complicadas....pero son tan difíciles como uno quiera.
4.- Ya llegará, no desesperes, deja de poner atención al punto y cuando menos te des cuenta ya tendrás a tu lado a tu compañera.
5.- No hay nada que unas cubas y varios amigos juntos no puedan solucionar.
6.- Te mando un abrazo grande!!!!!
¿Y por qué tu soltería es sinónimo de que algo falló? Si todo esto se trata de prueba y error... y creo que todos tus errores guardas buenos recuerdos.
Sigue intentando pero no te apures que no es carrera.
Enjoy the ride.
Puede ser que la solteria si sea sinonimo de que algo fallo, pero eso solo lo sabes tu. Utiliza el aprendizaje para enderezar tu camino, hay muchas formas de hacerlo, Cual quieres tu? Ahi esta la respuesta correcta
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