Ahora reporto desde el puerto jarocho. Vine a perseguir a Marc Anthony y ya lo conseguí.
Claro, para ello tuve que estar inmiscuido en una persecución en auto digna de cualquier película de acción. ¡Vaya! con decir que en más de una ocasión sentí que no la librábamos, pero finalmente conseguimos LA foto que tanto habían pedido.
(Se las iba a poner pero ni modo de quemarme yo solo, así que compren el periódico del domingo si la quieren ver)
La ciudad no es mi favorita, aunque tiene su encanto. Por ejemplo, probé una bebida que se llama torito, está hecha con leche, alcohol del 96 y frutas. Probé la de coco y estaba buena, aunque imagino que un par de esas y quedas out. Yo sólo tomé una como mera precaución.
En un par de horas trataré de infiltrarme al hotel del susodicho ahora que estoy metidísimo en mi nuevo rol de paparazzo.
Y ya, les iba a contar como siento pero decidí mantener mi promesa y no decir nada.
P.D.
¿Cuenta si les digo que extraño mucho?
Creo que en estos días me di cuenta de lo solitario que puede ser mi trabajo, y de la reconexión que puede lograr una llamada telefónica o un mensaje.
La buena noticia es que descubrí en un amigo a mi gurú metafísico. No es broma, me ha abierto los ojos de una manera increíble. Ya los mantendré al tanto de mis avances.
Y ya.
Claro, para ello tuve que estar inmiscuido en una persecución en auto digna de cualquier película de acción. ¡Vaya! con decir que en más de una ocasión sentí que no la librábamos, pero finalmente conseguimos LA foto que tanto habían pedido.
(Se las iba a poner pero ni modo de quemarme yo solo, así que compren el periódico del domingo si la quieren ver)
La ciudad no es mi favorita, aunque tiene su encanto. Por ejemplo, probé una bebida que se llama torito, está hecha con leche, alcohol del 96 y frutas. Probé la de coco y estaba buena, aunque imagino que un par de esas y quedas out. Yo sólo tomé una como mera precaución.
En un par de horas trataré de infiltrarme al hotel del susodicho ahora que estoy metidísimo en mi nuevo rol de paparazzo.
Y ya, les iba a contar como siento pero decidí mantener mi promesa y no decir nada.
P.D.
¿Cuenta si les digo que extraño mucho?
Creo que en estos días me di cuenta de lo solitario que puede ser mi trabajo, y de la reconexión que puede lograr una llamada telefónica o un mensaje.
La buena noticia es que descubrí en un amigo a mi gurú metafísico. No es broma, me ha abierto los ojos de una manera increíble. Ya los mantendré al tanto de mis avances.
Y ya.
3 comentarios:
¡¡¡Bien por el paparazzo!!! Ya veremos la foto :)
...Hey, el sentimiento de extrañar te hará tan fuerte "como un roble" (yo sé lo que te digo). xoxo
Lo dicho...nos hacen falta unas cubitas...
A VECES UN SMS MATA LA SOLEDAD DE TODO UN VIAJE.
ABRAZO.
Publicar un comentario